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Los tres cerditos

Adaptación ©Miss Norbiel

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Si estás buscando una historia para niñas y niños que sea entretenida y educativa, el cuento de los tres cerditos es una excelente opción. En esta historia, los cerditos deben enfrentarse al lobo y aprender la importancia del trabajo duro y la planificación. Acompaña a los cerditos en su aventura y descubre la valiosa lección que nos enseña este cuento clásico.

Los tres cerditos y el lobo feroz

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Había una vez tres cerditos que eran hermanos, pero eran muy diferentes entre sí. El primero era perezoso y no quería trabajar, el segundo era un poco más trabajador, pero no le gustaba esforzarse demasiado, y el tercero era el más trabajador y astuto de los tres.

 

Un día, la madre de los cerditos les dijo:

 

–Hijos míos, es hora de que vayan a construir sus propias casas y vivan independientes. Recuerden que deben tener cuidado con el lobo feroz, que siempre está buscando cerditos para comerse.

 

Así que los cerditos se pusieron en camino, hasta encontrar un lugar despejado del bosque que les gustó para construir sus casas. El primer cerdito, el perezoso, decidió construir su casa de paja. No le llevó mucho tiempo construirla y se dedicó a descansar. El segundo cerdito, un poco más trabajador, construyó su casa con madera. Tampoco tardó mucho en terminarla y se dedicó a dormir la siesta. El tercer cerdito, el más astuto y trabajador, decidió construir su casa de ladrillos. Sabía que esto le llevaría más tiempo, pero también sabía que su casa sería más resistente y segura.

 

Un día, el lobo feroz llegó al bosque y se acercó a la casa de paja del primer cerdito. Golpeó la puerta y dijo:

 

–Cerdito, cerdito, déjame entrar.

 

–No, no, no, nunca te dejaré entrar –le respondió el cerdito.

 

–Entonces soplaré y soplaré y tu casa derribaré.

 

El lobo feroz sopló con todas sus fuerzas. La casa de paja se derrumbó y el cerdito corrió hacia la casa del segundo cerdito.

 

El lobo llegó y golpeó la puerta.

 

–Cerdito, cerdito, déjame entrar.

 

–No, no, no, nunca te dejaré entrar –le respondió el cerdito.

 

–Entonces soplaré y soplaré y tu casa derribaré.

El lobo sopló con fuerza y la casa de madera se derrumbó. Los dos cerditos corrieron hacia la casa del tercer cerdito, construida con ladrillos. El lobo llegó y golpeó la puerta.

 

–Cerdito, cerdito, déjame entrar.

 

–No, no, no, nunca te dejaré entrar –le respondió el cerdito.

 

–Entonces soplaré y soplaré y tu casa derribaré.

 

El lobo sopló con todas sus fuerzas, pero no pudo derribar la casa de ladrillos. Desesperado, el lobo intentó trepar por la chimenea, pero no sabía que el tercer cerdito tenía hirviendo una sopa para la cena. Cuando el lobo intentó entrar, cayó en la olla y huyó aullando, para nunca más volver.

 

Desde ese día, los tres cerditos aprendieron que cuando hacemos las cosas bien y con cuidado, estamos más preparados para enfrentar los desafíos que nos presenta la vida.

 

Fin

Preguntas de comprensión lectora:

  1. ¿Cómo eran los tres cerditos?

  2. ¿Qué les dijo la madre de los cerditos?

  3. ¿Qué materiales utilizó el primer cerdito para construir su casa?

  4. ¿Qué materiales utilizó el segundo cerdito para construir su casa?

  5. ¿Qué materiales utilizó el tercer cerdito para construir su casa?

  6. ¿Qué sucedió cuando el lobo feroz llegó a la casa de paja del primer cerdito?

  7. ¿Qué sucedió cuando el lobo feroz llegó a la casa de madera del segundo cerdito?

  8. ¿Qué sucedió cuando el lobo feroz intentó derribar la casa de ladrillos del tercer cerdito?

  9. ¿Por qué el lobo feroz no pudo derribar la casa de ladrillos del tercer cerdito?

  10. ¿Qué aprendieron los cerditos al final?

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